SALARIO. Casi
todas las teorías relativas al salario reflejan una inclinación hacia un
concreto factor determinante de los mismos. La primera teoría relevante sobre
los salarios, la doctrina del salario justo del filósofo italiano santo Tomás
de Aquino, subrayaba la importancia de las consideraciones de orden moral y la
influencia de la costumbre. Definía el salario justo como aquel que permitía al
receptor una vida adecuada a su posición social. La teoría de santo Tomás es
una visión normativa, es decir, marca cuál debe ser el nivel salarial, y no una
visión positiva que se define por reflejar el valor real de los salarios.
La primera explicación moderna del nivel
salarial, la teoría del nivel de subsistencia, subrayaba que el salario estaba
determinado por el consumo necesario para que la clase trabajadora pudiese
subsistir. Esta teoría surgió del mercantilismo, y fue más tarde desarrollada
por Adam Smith y sobre todo David Ricardo. Este último defendía que los
salarios se determinaban a partir del coste de subsistencia y procreación de
los trabajadores, y que los sueldos no debían ser diferentes a este coste. Si
los salarios caían por debajo de este coste la clase trabajadora no podría
reproducirse; si, por el contrario, superaban este nivel mínimo la clase trabajadora
se reproduciría por encima de las necesidades de mano de obra por lo que habría
un exceso que reduciría los salarios hasta los niveles de subsistencia debido a
la competencia de los trabajadores para obtener un puesto de trabajo.
Con el paso del tiempo se ha demostrado que
algunos de los supuestos de los que parte la teoría del salario de subsistencia
son erróneos. En los países más industrializados la producción de alimentos y
de bienes de consumo ha crecido desde finales del siglo XIX con mayor rapidez
que la población, y los salarios han crecido sobre los niveles de subsistencia.
La teoría de los salarios de Karl Marx es una
variante de la teoría ricardiana. Marx
sostenía que en un sistema capitalista la fuerza laboral rara vez percibe una
remuneración superior a la del nivel de subsistencia. Según Marx, los
capitalistas se apropiaban de la plusvalía generada sobre el valor del producto
final por la fuerza productiva de los trabajadores, incrementando los
beneficios. Al igual que ocurre en la teoría de Ricardo, el tiempo ha refutado
en gran medida la visión de Marx.
Cuando se demostró la invalidez de la teoría del
salario de subsistencia se empezó a prestar mayor atención a la demanda de
trabajo como principal determinante del nivel de salarios. John Stuart Mill,
entre otros, propugnaba la denominada teoría del fondo de salarios para
explicar la forma en que la demanda de trabajo, definida como la cantidad de
dinero que los empresarios están dispuestos a pagar para contratar a
trabajadores, determina el nivel salarial. La teoría parte de la hipótesis de
que todos los salarios se pagan gracias a la acumulación, en el pasado, de
capital, y que el salario medio se obtiene dividiendo el remanente entre todos
los trabajadores. Los aumentos saláriales de algunos trabajadores se traducirán
en disminuciones saláriales de otros. Sólo se podrá aumentar el salario medio
aumentando el fondo de salarios.
Los economistas que defendían esta teoría se
equivocaban al suponer que los salarios se satisfacen a partir de las
acumulaciones de capital efectuadas con anterioridad. De hecho, los salarios se
pagan a partir de los ingresos percibidos por la producción actual. Los
aumentos saláriales, al incrementar la capacidad adquisitiva, pueden provocar
aumentos en la producción y generar un mayor fondo de salarios, en especial si
existen recursos.
La teoría del fondo de salarios fue sustituida
por la teoría de la productividad marginal, que intenta en esencia determinar
la influencia de la oferta y demanda de trabajo. Los defensores de esta teoría,
desarrollada sobre todo por el economista estadounidense John Bates Clark,
sostenían que los salarios tienden a estabilizarse en torno a un punto de
equilibrio donde el empresario obtiene beneficios al contratar al último
trabajador que busca empleo a ese nivel de sueldos; este sería el trabajador
marginal. Puesto que, debido a la ley de los rendimientos decrecientes, el
valor que aporta cada trabajador adicional es menor que el aportado por el
anterior, el crecimiento de la oferta de trabajo disminuye el nivel salarial.
Si los salarios aumentasen por encima del nivel de pleno empleo, una parte de
la fuerza laboral quedaría desempleada; si los salarios disminuyesen, la
competencia entre los empresarios para contratar a nuevos trabajadores
provocaría que los sueldos volvieran a aumentar.
La teoría de la productividad marginal es
inexacta al suponer que existe competencia perfecta y al ignorar el efecto que
genera un aumento de los salarios sobre la productividad y el poder adquisitivo
de los trabajadores. Como demostró John Maynard Keynes, uno de los principales
opositores a esta teoría, los aumentos saláriales pueden producir un aumento de
la propensión al consumo, y no al ahorro, en una economía. El aumento del
consumo genera una mayor demanda de trabajo, a pesar de que haya que pagar
mayores salarios, si se consigue una mayor riqueza gracias a una disminución
del nivel de desempleo.
Casi todos los economistas reconocen, al igual
que Keynes, que mayores salarios no tienen por qué provocar un menor nivel de
empleo. Sin embargo, uno de los efectos negativos de los aumentos saláriales
son las mayores presiones inflacionistas, ya que los empresarios tienden a
trasladar a los precios estos aumentos en los costes. Este peligro se puede
evitar si los sueldos no aumentan sobre los niveles de productividad. Puesto
que la participación de los salarios en la riqueza nacional ha permanecido
estable a lo largo del tiempo, y es probable que siga así, los salarios reales
pueden aumentar a medida que se incremente la productividad.
DEFINICIÓN: salario es la retribución que debe pagar el
patrón al trabajador por su trabajo.
Por
su parte la Constitución Federal establece en el articulo 123 frac VI: ”Los
salarios mínimos que deberán disfrutar
los trabajadores serán generales o profesionales” los
salarios mínimos deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de
familia, en el orden material, social
y cultural y para proveer a la
educación obligatoria de los hijos…
Los trabajadores que reciben sus ingresos gracias a un sistema de incentivos obtienen sus salarios siguiendo una fórmula que asocia el sueldo percibido con la producción o rendimiento alcanzado, de forma que se estimula una mayor productividad y eficiencia.
Un salario elevado no implica por fuerza que se asignen elevados ingresos anuales. Los trabajadores del sector de la construcción, por ejemplo, suelen percibir elevados salarios por hora trabajada, pero los ingresos anuales suelen ser reducidos debido a la falta de continuidad en el empleo de este sector.
NOCIÓN
SOCIAL DEL SALARIO: El aspecto social del salario es un rubro importante en función de ser la retribución que recibe el trabajador
por los servicios prestados al
empleador, con los cuales deben servir
para subsanar las necesidades
familiares y culturales.
Como necesidades familiares podemos hacer
mención de alimentos, ropa y diversión;
como culturales entendemos las necesidades educativas del trabajador y su hijos.
De acuerdo a la teoría de Marx indica que rara vez el trabajador
percibe una remuneración superior al
nivel del vida, desafortunadamente en
nuestro país, el salario que perciben los trabajadores, principalmente hablando
del salario minimo, es totalmente insuficiente para la subsistencia mínima,
conforme a la ley; por lo tanto resulta
milagrosa la subsistencia y por consiguiente subsanar las necesidades educativas, sociales y culturales.
PARTICIPACIÓN
DE LOS TRABAJADORES EN LAS UTILIDADES DE LAS EMPRESAS. Los trabajadores tienen
derecho a recibir un porcentaje de las utilidades de la empresa para la cual
laboran. Inicialmente la finalidad tuvo un sentido de justicia social, incluso
algunos juristas opinan que este derecho de los trabajadores tiene el propósito
d estimular la producción, e incluso fortalece
su sentido de pertenencia a al empresa, para realizar con mayor eficacia
sus actividades.
El
concepto de utilidad debe ajustarse al procedimiento previsto en la ley
laboral, la que dispone que al termino del ejercicio fiscal, el patrón debe
presentar su declaración anual a la
SHCP en la que considera el porcentaje
de utilidad con la que operó en el
periodo correspondiente. A dicha utilidad se
le aplicará un porcentjae para obtener el monto de utilidad que será
repartido
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